En uno de mis primeros artículos, hablé de que siempre hay un olor que nos trae recuerdos de diferentes etapas de nuestra
vida.
Bien del olor de nuestras madres u hogares, de veranos que hayamos pasado, en lugares que nos traigan recuerdos, el olor que han tenido nuestros bebes ¡¡Qué mujer, no dice HUELE A BEBE!!
Pero AROMATERAPIA, significa algo más, que fragancia. Los aceites esenciales de las plantas tienen poder curativo además de buen olor, y todos ellos poseen propiedades antisépticas en mayor o
menor grado.
Me gusta explicar las cosas mediante ejemplos, y me viene a la cabeza una anécdota que ocurrió al poco tiempo de empezar con la aromaterapia.
Mi marido, que siempre fue muy escéptico con los beneficios que se pueden obtener con la aromaterapia, se hizo un corte profundo en un dedo, estuvo varios días aplicando alcohol, Betadine y
productos "tradicionales", pues es lo que siempre había hecho, pero la herida cada vez iba a peor. Tras esos días me dejó tratarlo con árbol de Té, al día siguiente ya estaba mucho
mejor. Desde entonces en mi casa nunca falta este aceite esencial ni tampoco la lavanda y el eucalipto, entre otros.
Son contados los aceites esenciales que se pueden aplicar en estado puro, con lo cual, como os escribí un artículo anterior, estos se mezclan con un aceite al que se llama, base, portador o vehicular, los cuales no se evaporan enseguida cuando son expuestos al aire
libre, y a la vez son beneficios ya que aportan vitamina E, betacaroteno, B1, B2, B3...
De ahí la sinergia, entre el aceite vegetal (el cual debemos conseguir que sea prensado en frío para que tenga todas sus cualidades) y los aceites esenciales de los que ya vimos
las propiedades principales a tener en cuenta en un artículo anterior.
Con los primeros conseguiremos los beneficios de aportar una gran variedad de vitaminas, además de hidratar, regenerar a nivel de piel, etc. Y con los aceites esenciales nos beneficiamos de su
acción terapéutica, este efecto es a nivel elevado y sutil, ejerciendo además del efecto fisiológico, un efecto rápido sobre la mente y las emociones.
De los aceites vegetales voy a hablaros de 4 o 5 que son los más conocidos y ¿cómo no?, en el próximo artículo, comenzaré por la famosa rosa de mosqueta.
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